Su charla, enmarcada en las jornadas del ICA y el Círculo, trató además de los retos de la sociedad ante el desafío del envejecimiento

Entre las medidas apuntadas por este economista para garantizar el sistema de pensiones figura la de adaptar la jubilación a la esperanza de vida

Lugo. 15/mayo/2019

El salón Regio del Círculo de las Artes acogió este martes la conferencia del subdirector de la Mutualidad de la Abogacía, Fernando Ariza, enmarcada en las quintas jornadas formativas que llevan a cabo el Colegio de Abogados de Lugo, en colaboración con el Círculo de las Artes.

Bajo el título «Presente y futuro de las pensiones ante el desafío del envejecimiento poblacional», Ariza Rodríguez llamó la atención sobre la importancia de este tema, señalando que «Debemos huir de la simplicidad habitual con la que se enfoca este tema» y lo hizo desgranando los problemas del envejecimiento de la población, que deberá traer consigo, dijo «un cambio en la educación, en la formación y en el empleo. Deberemos replantearnos el paradigma de nacer, estudiar, trabajar, jubilarse y morir, porque deberemos estudiar a lo largo de nuestra vida, cambiaremos de empleos y no será raro que en la universidad estudien personas de 70 años». Durante su intervención este economista insistió en la necesidad de un cambio al señalar que «tendremos que articular una sociedad en la que ser centenario sea lo habitual».

Con respecto al sistema público de pensiones, recordó aspectos como el déficit de 20.000 millones de euros, el agotamiento de la hucha de las pensiones y las distintas reformas llevadas a cabo, más o menos acertadas. También apuntó datos para presentar el sistema actual, como el hecho de que la edad de jubilación real en España sea a los 62 años. Pese a estas medidas, insistió en que «el déficit sostenido y estructural se repite e incluso va en aumento, porque ha venido para quedarse». Ante este panorama esbozó algunas medidas «que por sí solas no conseguirán el efecto deseado, sino que debe haber un cambio en conjunto». Apuntó por ejemplo a los cambios que sí han ingtroducido algunos países de la Unión Europea, como «adaptar la edad de jubilación a la esperanza de vida, lo que en España supondría retrasar la edad de jubilación a los 68 para frenar ese déficit y garantizar la sostenibilidad de las pensiones. En España deberíamos ser valientes para llevar a cabo este cambio y seguir adaptándolo en función de la esperanza de vida, aunque no pasaría en nigún caso de los 70- 72 años para los próximos cuarenta».

También habló de otras medidas que tenemos a nuestro alcance como «el ahorro privado, la subida del Iva al 28%; el aumento de la presión fiscal al 30%, duplicar el impuesto de sociedades, reducir el paro o incrementar los salarios», aunque hizo hincapié en que se trata de «medidas que forman parte de un cambio conjunto y general».